Razones por las que los niños deben tener una mascota

Niña con gato en brazos

Tener una mascota es una responsabilidad, y puede que todos tengamos una idea de porqué es bueno que un niño tenga una. Generalmente, todos los niños quieren tener una mascota: un perro, una tortuga, un conejo… En muchas ocasiones, son los padres los que no acceden a cumplir sus deseos ya que piensas que va a ser una carga para ellos. Existen numerosas razones por las que tener un animal aporta grandes beneficios a niños, incluso ya se hace uso de algunos animales para trabajar con niños con autismo y otras enfermedades.

Beneficios de tener una mascota

  1. Responsabilidad. Cuando un niño pida una mascota, hay que explicarle que él es el responsable de las tareas asociadas a ella, por ejemplo: alimentarles, mantenerlos limpios, sacarlos a pasear ( si la mascota en cuestión lo necesita), etc. Por ello, inicialmente los padres deberán enseñarles a realizar tales labores y enseñarles que se trata de un ser vivo que depende de sus cuidados. Todo ello, hace que el niño aprenda a ser más responsable, además de fomentar su autonomía.
  2. Expresar emociones. Tener un animal fomenta la expresión de nuestras propias emociones. Por ejemplo, se recomienda en niños con problemas para expresar sus emociones, ya que la relación que se crea entre éste y su mascota facilita la libre expresión. Además, esto hace que comprendan mejor como dar afecto, les ayuda a mejorar sus paciencia y a cómo cuidar y querer a otro ser vivo.
  3. . Mejora las relaciones sociales. El simple hecho de que el niño comprenda de que su mascota depende de él para vivir hace que aprenda a desarrollar conductas positivas tanto hacia los animales como hacia sus iguales. No sólo pasa menos tiempo en actividades que se realizan en soledad (Internet, televisión, videojuegos), sino que le ayuda a relacionarse con sus iguales ( tengan mascota o no) y fomenta la confianza en sí mismo y en los demás. Además, el cumplir con las labores relacionadas aumenta la autoestima y la autoconfianza.
  4. Estado físico y salud. El tener una mascota, como un perro por ejemplo, hace que el niño tenga que sacarlo a pasear, jugar con él, correr. Todo esto, unido a que evita que lleven una vida sedentaria, hace que el niño se mueva y practique un poco de «deporte» lúdico. Por ello, estos niños tienen menos probabilidad de sufrir obesidad.
  5. Ayuda a entender los ciclos de la vida. El tener una mascota ayuda a los niños a comprender los procesos de la vida, algunos tan complejos como la aceptación de la muerte. Según el tipo de mascota que tenga, vivirá más o menos y necesitará de unos cuidados y otros. Por ello, puede que llegue el momento en el que niño viva la experiencia de la muerte de su mascota. Es en este momento cuando sus padres deben explicar cuál es el ciclo de la vida y porqué ocurre esto. Esto ayuda al niño a comprender cómo funcionamos los seres vivos y a aceptar la muerto como el fin de un ciclo.

Aunque existen muchas más razones, estás son las que creo más relevantes. Una mascota fomenta la felicidad y la alegría de un niño e incluso mejora las relaciones con padre y hermanos y combate la soledad. Así, son los padres los que deben de encargarse de elegir correctamente la mascota mas adecuada para su hijo y de enseñarles sus cuidados. Además, estos beneficios no se limitan solo a edades infantiles, sino que muchos de ellos se pueden extrapolar a todas las edades. Por eso, hoy en día, también se anima a ancianos que viven en soledad a que tengan mascotas.

Acerca de Vanesa Suarez Valenzuela

Licenciada en Psicología (Universidad de Málaga)

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