Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)

Es considerada una de la más completa y compleja de las llamadas Terapias de Tercera Generación. Resumiendo brevemente, las Terapias de Primera Generación son las terapias de conducta clásicas apoyadas en el cambio directo de la conducta mediante el manejo directo de contingencias. Las de segunda generación surgen ante la necesidad de centrarse en la dimensión cognitiva. Estas terapias seguían utilizando el manejo de contingencias pero dándole un papel protagonista a los eventos internos como eje causal y mecánico del comportamiento. Aunque resultan efectivas en el tratamiento de múltiples problemas, no hay unanimidad en otorgar qué ha funcionado en la terapia, ya que siguen utilizando dicho manejo de contingencias utilizadas en la primera generación. Otros aspecto importante a señalar es que datos experimentales actuales indican que los intentos de control, reducción o eliminación de los eventos privados (objetivos de intervención) producen paradójicamente efectos contrarios o rebote. Como contraste a ésto surgen las Terapias de Tercera Generación o «tercera ola de terapias de conducta» que no se centran en la eliminación, cambio o alteración de los eventos privados con el objetivo de modificar la conducta de la persona; se focalizan en la función psicológica del evento en particular a través de la alteración de los contextos verbales en los cuales los eventos cognitivos resultan problemáticos. Los intentos de control sobre los eventos privados, lo que cree que ha de hacerse, no es la solución al problema, sino que, paradójicamente, forman parte intrínseca del problema mismo.

Dentro de éste contexto surge la terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), Hayes, Strosahl y Wilson (1999) que tiene como fundamento teórico la Teoría de los Marcos Relacionales (Hayes, Barnes-Holmes, Roche, 2001). Su base filosófica se basa en el contextualismo funcional, es decir, la conducta se tiene que entender en su contexto y su significado, verdad y realidad dependen de si obtiene o no el objetivo que perseguía. El principal objetivo de ACT es conseguir que pensamientos, sentimientos, emociones o recuerdos dejen de interferir con los objetivos que la persona tiene en su vida.

flexibilidad psicológica

 

Pilares fundamentales de ACT

Aceptación como herramienta para hacer frente a la evitación experiencial.

Valores dirección, el rumbo, de cualquier persona hacia vivir una vida que merezca la vida ser vivida.

Acción comprometida con dicha dirección,»abrazando» nuestros pensamientos, emociones y sensaciones.

Tomar contacto con el yo contexto alejándonos del concepto acerca de nuestro yo.

Defusión como proceso que implica el darse cuenta de que nuestros pensamientos y emociones no son más que eso, pensamientos y emociones, un conjunto de palabras, sonidos, sensaciones e imágenes transitorios. Diferenciar entre el proceso de pensar y el contenido del pensamiento.

El estar presente, vivir el presente, abierto y aceptando las sensaciones que aparecen sin dejarse llevar a la lucha contra ellas, desmantelándolas, es decir, viviéndolas como sensaciones y pensamientos, con la atención dirigida a todo lo que ocurre para aprovechar el momento y realizar la acción comprometida con los valores, y viviéndose a sí mismo como el contexto en el que ocurren todos estos fenómenos, lo que le permitirá asumir los riesgos necesarios para llevar a cabo la acción que más se ajuste a sus valores.De esta forma, conseguirá una flexibilidad psicológica que es donde reside la salud mental.

 

Fuentes:

Luciano MC, Valdivia MS. La Terapia de aceptación y compromiso(ACT).

Fundamentos características y evidencias. Papeles del Psicólogo, 2006. Vol. 27(2), pp. 79-91.

Actúa consultores, ACT Workshop 3a Edición, Aceptación, http://actw3a.blogspot.com.es/p/aceptacion.html

 

Acerca de Juan Jesús Rovira Caballero

Licenciado en Psicología

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