Trastorno por Déficit de Atención

Trastorno por Déficit de Atención

 

Este trastorno tiene muchas controversias porque está muy vinculado al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Pero no siempre han de ir juntos. Hoy solo hablaremos de TDA, es decir, Trastorno por Déficit de Atención.

Definición:

El trastorno se presenta desde los primeros años de vida y perdura hasta la adultez. Se caracteriza por una dificultad o incapacidad para mantener la atención voluntaria, provocando un desajuste o inadaptación familiar, escolar, social y personal.

El TDA se pone de manifiesto en el primer año de vida, por lo que se considera trastorno de base biológica, aunque no se diagnostica con total seguridad hasta los 4 o 5 años.

Estos niños en su primer año presentan problemas en el sueño, la alimentación, hábitos, etc.

Cuando llegan a la edad preescolar se empieza a hacer más notable:

  • Su actividad motriz es caracterizada por una excesiva lentitud de movimientos, es decir, hacen las cosas más despacio que los demás como: vestirse, comer, andar…
  • No encuentran los detalles cuando prestan atención a un contexto o situación. Les es difícil darse cuenta de elementos relevantes o significativos.
  • Parecen estar en las nubes, les cuesta dirigir su atención a lo que el entorno les demanda (padres, compañeros, profesores…).
  • Les cuesta más tiempo que a los demás llevar a cabo tareas de tipo cognitivo. Son más lentos tanto en hacer cosas como en pensarlas.

Como consecuencia, las relaciones sociales se ven afectadas por el hecho de que les es muy difícil seguir reglas o normas rígidas de comportamiento.

Características:

Englobando las características anteriores, sus características principales son:

  • Facilidad de distracción.
  • Sensación de aburrimiento.
  • Baja tolerancia a la frustración.
  • Incapacidad de controlar su propia conducta.

Síntomas:

El resultado de estas características son los siguientes síntomas:

  • Desatención
  • Impulsividad
  • Hiperactividad
  • Incapacidad para regular la atención o la concentración durante el desarrollo de una actividad.
  • Incapacidad de esperar y planificar respuestas o acciones.
  • Incapacidad de quedarse quieto, necesidad de estar en movimiento constantemente.

Consideraciones:

Los adultos que les rodean, deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  • No actúan de manera voluntaria, no son así porque quieren.
  • No son un problema, tienen un problema.
  • La mayoría no tienen asociados problemas de inteligencia.
  • Tienen poca autoestima, lo que refuerza negativamente su inquietud y su inestabilidad.

Problemas de aprendizaje:

Normalmente, estos niños tienen problemas de aprendizaje debido a la falta de atención. Presentan problemas en la adquisición del lenguaje, la lectura, la escritura, el cálculo, problemas para memorizar (no de memoria) y para generalizar lo aprendido.

Tratamiento:

Los resultados evolutivos dependerán de la asistencia profesional, de su capacidad intelectual y el estilo educativo de sus padres y el profesorado. La probabilidad de que el niño fracase en el colegio es muy alta si los padres y los profesores ignoran sus dificultades y le exigen lo mismo que a los demás.

Con un tratamiento psicológico adecuado, el niño puede vivir con TDA sin graves manifestaciones. No dejará de ser un niño con TDA, pero dependiendo de las ayudas profesionales y familiares que reciba, puede aprender a vivir con estas características.

La probabilidad de que tenga problemas graves de conducta social está asociada al fracaso escolar generalizado y a la falta de apoyo familiar.

En cualquier caso, el futuro de un niño siempre es incierto, sea o no sea inatento.

Tratamiento con fármacos:

Respecto a proporcionar  tratamiento farmacológico existen grandes discusiones profesionales.

Las sustancias químicas alteran el comportamiento, no solo para paliar síntomas de este trastorno, sin embargo, es la estrategia más cómoda y económica en tiempo y dinero que un proceso de aprendizaje de nuevas destrezas cognitivas e instrumentales.

Desde el punto de vista de muchos profesionales, en función de la escasa eficacia y los  riesgos potenciales y reales es desaconsejable dar fármacos a estos niños. 

 

En futuras publicaciones, daremos pautas, consejos y estrategias para padres, que ayudarán a que sus hijos mejoren en su atención.

Acerca de Rosa Mª Rocha Rodríguez

Licenciada en Psicología (Universidad de Málaga)

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