Claves para controlar tus impulsos negativos

 

Un impulso es una reacción que te motiva a comportarte de una manera determinada y no controlada.

Las emociones intensas desencadenan los impulsos. Dependiendo del tipo de emoción (positiva o negativa) así será nuestro comportamiento.

Con emociones positivas, como la alegría podemos tener un impulso positivo como saltar, abrazar, besar, etc. Sin embargo, emociones  negativas pueden desencadenar impulsos que pueden terminar en un comportamiento negativo como gritar, pegar, etc.

Estos impulsos negativos pueden convertirse en un problema si no tenemos control sobre ellos. El autocontrol o control de impulsos es un mecanismo que nos permite hacer una pausa y analizar nuestro comportamiento y sus consecuencias.

¿Cómo podemos aprender a controlar esos impulsos?

En primer lugar, pensar antes de actuar. Cuando te encuentres con una situación que te inquiete o te incomode debes relajarte y pensar qué es lo que te está molestando. Debes poner de tu parte para darte la respuesta más lógica. Identificar qué  ha hecho molestarte te ayudará a tener una mejor reacción. Puedes hacer una pausa y contar hasta 10 para poder analizar la situación con más serenidad.

Que alguien nos diga algo que no nos gusta, nos dé una noticia que nos desilusiones o no obtener lo que queremos nos produce sensación de frustración y angustia. Estos detonantes hacen que tengamos impulsos negativos y sean perjudiciales. Aprender a controlar el sentimiento de frustración nos ayudará a elegir una respuesta lógica y adecuada.

Una vez identificado el detonante, busca otras opciones de respuesta, si eres capaz de pensar en reaccionar de una manera acorde a la situación, en vez de reaccionar de manera irracional, significa que empiezas a tener control sobre tus pensamientos, respuesta o emociones para poder afrontar el problema con más calma.

Es importante aprender de los errores. Cuando has actuado de manera incorrecta has tenido consecuencias negativas, por lo que es momento de eliminar todas esas acciones que te han perjudicado. Si has logrado el autocontrol en el paso anterior y puedes controlar tu ira, rabia y otros sentimientos, puedes actuar de manera diferente a como lo habías estado haciendo hasta ahora.

Pero también hay que saber identificar los impulsos positivos. Debes diferenciar cuándo un impulso es positivo o negativo. En la mayoría de los conflictos, las soluciones que nos dan los impulsos negativos son perjudiciales. Sin embargo, gracias a los impulsos positivos, somos capaces de afrontar situaciones que sin éstos no podríamos resolver de manera adecuada. Identifica qué impulsos te han ayudado a resolver la situación en otras ocasiones y utilízalos.

Y por último, realizar actividades físicas siempre es un  buen recurso para descargar nuestras energías negativas. Gracias a las  actividades físicas seremos capaces de tomar decisiones adecuadas para poder resolver situaciones difíciles.

 

 

Acerca de Rosa Mª Rocha Rodríguez

Licenciada en Psicología (Universidad de Málaga)

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