Mindfulness o atención plena es la meditación más utilizada hoy en día en Occidente y muchos estudios demuestran que tiene efectos terapéuticos muy positivos.
Los psicólogos utilizan esta práctica en consulta para diversos problemas o trastornos como: control del estrés y ansiedad, dolor crónico, trastornos psicosomáticos, etc. y es utilizado para muchas técnicas psicológicas como: exposición, atención sostenida, cambios cognitivos, autogestión y relajación.
¿Qué es Minfulness?
Kabat-Sinn lo define como “la conciencia que surge de prestar atención, de forma intencional a la experiencia tal y como se da en el momento presente, sin juzgarla, sin evaluarla y sin reaccionar a ella”.
Esta meditación nos hace ser conscientes de nuestro momento “aquí y ahora”.
Para practicar esta meditación debemos seguir las siguientes actitudes:
- Aceptación: Reconocer la realidad y asumirla.
- Ceder, soltar o dejar ir: no rechazar o evitar, aceptar la experiencia tal y como es.
- No juzgar: observar el ir y venir de los pensamientos, no actuar sobre ellos y dejarlos ir.
- Paciencia: Estar abierto a cada momento y comprender que las cosas suceden a su debido tiempo.
- Confianza: Confiar en nuestra propia práctica interna.
- No esforzarse: evitar esforzarse en conseguir resultados, aceptando las cosas como son aquí y ahora.
- Mente de principiante: Mostrar actitud mental de estar dispuesto a ver las cosas como son y abierto a nuevas posibilidades.
Con la práctica continua podremos desarrollar habilidades como:
- Conciencia focalizada: concentración, serenar la mente, focalizar la atención en un objeto…
- Conciencia de campo abierto: La experiencia surge tal y como es, afrontamos lo que aparece en nuestra conciencia.
- Compasión: interés por la persona que sufre con afecto sincero y sin juicio. Y autocompasión dirigida hacia nosotros mismos.
- Observación: Observar imágenes, pensamientos y sensaciones sin juicio, sin apego y sin expectativas.
- Darme cuenta: Ser consciente de la experiencia aquí y ahora.
Esta meditación puedes practicarla tú mismo en casa, en la oficina, en el metro, etc.
¿Sabías que se puede meditar en un solo minuto? Te animo a intentarlo.
Lo adecuado es meditar 20 minutos diarios, tiene efectos muy reconfortantes, como: sentirnos mejor, saber enfrentarnos a situaciones que evitamos, gestionar nuestras emociones, obtener mayor libertad frente a nuestros pensamientos, explorar nuestra zona de confort, aumentar nuestra autoestima…
Debemos tener una posición cómoda y centrarnos en nuestra respiración, mantener nuestra mente en el “aquí y ahora” y si nos distraemos pensando en otra cosa, debemos darnos cuenta de eso y volver a centrarnos en nuestra respiración. Pensaremos así en cómo nos sentimos y lo aceptamos, da igual que estemos enfadados, tristes o contentos, es normal sentirse así, lo aceptamos.
Esta práctica ha de ser constante y puedes ayudarte con una audioguía.
¿Te animas a practicar?