Asociamos el bostezo con la somnolencia y el aburrimiento, así que su función parece ser la de espabilarnos. Cuando bostezamos entra gran cantidad de aire a los pulmones , todo ese oxígeno entra en la sangre y nos hace estar alerta.
Todos los mamíferos y algunas aves también bostezan, lo humanos bostezamos desde la semana 12 de gestación. Los bostezos tienen lugar en las transiciones del despertar y el ir a dormir. Funcionalmente los bostezos pueden ser concebidos como el intento de tu cuerpo de alcanzar un máximo nivel de alerta.
¿Qué es lo que vuelve contagioso el bostezar?
Una posibilidad, es que nos recuerda la acción y por tanto, la llevamos a cabo. Sin embargo, las neuronas especulares (conocidas coloquialmente como neuronas espejos) que indican cuando tú o alguien más estáis llevando a cabo la misma acción, no parecen estar involucradas, dado que las áreas de neuronas especulares no se iluminan en las imágenes funcionales del cerebro cuando las personas bostezan. La ventaja es compartir una señal de alerta.
Dato curioso: los perros bostezan en situaciones de estrés, se piensa que utilizan el bostezo para calmar a otros perros, a veces, puedes calmar a tu perro bostezando.
La capacidad de bostezar está en el tronco del encéfalo. Una de las peculiaridades que tiene la ubicación del mecanismo del bostezo es que las señales pueden filtrarse inesperadamente de una región a otra. Por ejemplo, un efecto colateral del Prozac en algunas mujeres es que bostezar puede causar el engrosamiento del clítoris y el orgasmo, una conexión accidental que para unas pocas afortunadas haría que las situaciones aburridas se volvieran mucho más interesantes.
Bostezar ni siquiera requiere estar despierto, puede tener lugar en personas en un coma vegetativo.
Ver, oír e incluso pensar o leer sobre un bostezo basta para activar el circuito bostezante de tu cerebro, puede que estés tratando de contener un bostezo mientras lees este artículo, como estoy haciendo yo mientras escribo.
Aunque, ya se haya explicado por qué se contagia el bostezo, no se sabe exactamente qué es lo que hace el cerebro para propagar el contagio.