Ya estamos en las últimas semanas de colegio, llega el verano y los niños se quedan en casa teniendo mucho tiempo libre, algunas mamás llevan a sus hijos a natación, campamentos, escuelas de verano, etc. Durante las horas que van a estas actividades, los pequeños están entretenidos, aprendiendo, haciendo amigos, estimulando su creatividad y sus habilidades sociales, pero ¿qué pasa cuando están en casa? ¿qué hacemos cuando nuestro hijo nos dice «mamá, me aburro»?
Debido a la evolución de la tecnología, en los últimos años cuando un niños nos dice «me aburro», automáticamente le damos nuestro móvil, le encendemos la televisión, le compramos una tablet o lo ponemos a jugar en el ordenador o la videoconsola. Los padres ven que ésta es la manera más rápida y sencilla para que sus hijos no se aburran.
Sin embargo, los expertos afirman que aburrirse es bueno, los niños deben encontrar la realidad y descubrir qué hacer con el tiempo no estructurado, deben ser ellos quienes busquen y encuentre su entretenimiento.
¿Por qué es bueno aburrirse?
El aburrimiento forma parte de la infancia. El tiempo libre es tan importante como el estructurado. Cuando los niños están aburridos tienen la oportunidad de explorar su mundo interno y externo, lo cual da comienzo a la creatividad. Es el momento de imaginar, inventar, crear y comprometerse con ellos mismos. Como dijo la investigadora Teresa Belton » El aburrimiento es fundamental para el desarrollo del aprendizaje y la creatividad».
Durante el tiempo libre los niños pueden explorar sus propias pasiones, descubrir qué les gusta, si prefieren dibujar, ser superheroes, hacer música o jugar con animales, etc. Este tiempo es beneficioso porque es cuando los niños construyen su propio entretenimiento y así desarrollar la creatividad y por consiguiente su inteligencia emocional. Además, tienen la oportunidad de decidir por ellos mismo qué quieren hacer con ese tiempo.
¿Cómo ayudarles a qué se aburran?
Los niños por naturaleza son inquietos, están activos en todo momento y no toleran bien estar aburridos, sin embargo, este estado es momentáneo. Cuando tu hijo esté aburrido intentará llamar tu atención de varias maneras, pero no se lo pongas fácil, al final, él mismo encontrará su entretenimiento, aprenderá a adaptarse a la situación y conseguirá sacarle provecho por sí mismo favoreciendo su autonomía y resistencia a la frustración. ¡Ojo! ésto no quiere decir que no le prestes atención.
Quizás al principio cueste más, los niños se acostumbran a que se lo demos todo, así que si es necesario ayudarles a sacar su imaginación, nos pondremos con ellos a jugar y le preguntaremos por sus preferencias «¿a qué te gustaría jugar?». En el caso en que el niño no reaccione o insista en que quiere la tablet o el móvil, le animaremos a jugar con otras cosas, enumerando algunas alternativas «Tenemos colores y papel, también unos muñecos y una pelota ¿jugamos?» o proponerles un juego que no precise material. El objetivo es que el niño sea el responsable de elegir qué hacer cuando está aburrido.
Deberes para padres
Cuando tu hijo esté aburrido y llame tu atención, dedícale al menos cinco minutos, escúchale, dale mimos, pregunta qué quiere hacer e intenta conectar con él. El afecto es muy importante.
No le des automáticamente un aparato electrónico, dedícale tiempo y fomenta su creatividad y autonomía. Estamos creando unos niños adictos a las pantallas que no son nada beneficiosas para ellos en el presente ni en su futuro.
Si le has dedicado un tiempo y el niño sigue pegado a ti, involúcralo en lo que estás haciendo, puede ayudarte a hacer la comida, limpiar la casa, arreglar algo, hacer la lista de la compra, etc. Y ¿por qué no? un poco de música nunca viene mal.